domingo, 30 de junio de 2013



¿OTROS DIEZ AÑOS DE  KIRCHNERISMO?

30-6-13
A esta altura del partido, en realidad no debería sorprenderme las palabras o ideas de nuestra señora Presidenta. Pero, debo confesar que si me sigue sorprendiendo, no solo por  sus palabras sino también por  sus actitudes.
Ayer mismo en la presentación de “sus” candidatos –  la “dedocracia” a full-  para las PASO 2013, pidió , entre otras cosas, diez años más del kirchnerismo, o sea diez años más del modelo   por ella denominado nacional y popular ¿?.
Pero sin duda alguna, lo que más me sorprendió de las palabras de nuestra Presidenta fue lo siguiente: “No nos disfrazamos de nada nuevo, los disfraces son para el Carnaval, en política no nos gustan, nos gusta dar la cara y decir lo que pensamos”. Sin duda nuestra Presidenta dice y HACE lo que le gusta, en cuanto a eso de”dar la cara”; -y en honor a sus propias palabras- debería explicar como hizo en la “década ganada” para incrementar su patrimonio en un mil por ciento ¿no?, mientras que a la gente la conformó con un subsidio  -que originariamente no fue un proyecto del “modelo”- denominado asignación universal y hoy  este gobierno se jacta de decir a “cuatro voces” que es un logro suyo ¿dar la cara?. Tener un vicepresidente sospechado de corrupción ¿dar la cara? o decir que la inflación es por “culpa de los empresarios” ¿dar la cara?, desprestigiar a la justicia y tratar de someterla al poder político ¿dar la cara?, violar la norma máxima del Estado, la Constitución ¿dar la cara? o tratar de reformarla solo para beneficio propio –seguir en el poder- ¿dar la cara?. Disfraces y carnaval.
La otra cuestión que me llamo y  mucho la atención fue lo siguiente: “La Presidenta criticó también la idea de la búsqueda de “consensos” y para justificar su estilo de confrontación en el ejercicio del poder adujo que las disputas están todos los órdenes porque “la vida no es rosa como en la canción”. Por supuesto que no busca el consenso, gobierna en forma autocrática.
A esta altura de las circunstancias,  me  reconforta saber que esta Democracia, ya fortalecida en nuestro país, nos da la oportunidad a través del voto de ratificar o rectificar  el poder de nuestros gobernantes. Estamos a meses de ejercer ese derecho soberano.
A modo de conclusión, rescato las palabras de Armando Pérez de Nucci:” Discrepar no implica perder el decoro y la mesura que son atributos de todo aquel que pretende dirigir – que no implica gobernar a destajo y arbitrariamente – a un pueblo que, haya o no votado a quien debe dirigir sus destinos, merece respeto a través del trato que se pueda dar a sus instituciones que son la base de la democracia bien entendida”.

Daniel Alderete



Cristina volvió a pedir otros diez años de kirchnerismo

Por Guido Braslavsky 30/06/13  Diario Clarín

Reiteró su consigna del 25 de Mayo. Propuso “ganar otra década para recuperar 50 años de atraso”. Atacó a la Justicia y volvió a criticar a Massa. Fuerte presencia de funcionarios y dirigentes en el acto.
En el ancho escenario, un centenar de candidatos de todos los distritos, con sillas prolijamente asignadas al igual que los gobernadores en primera fila. A un costado y un tanto amontonados, ministros, altos funcionarios, invitados especiales. Y en el centro del escenario ella sola, en un acto concebido para ratificar su protagonismo excluyente y su liderazgo personalista en el proceso político que tiene como primera parada las elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto. Unica oradora, la presidenta Cristina Kirchner insistió ayer en “profundizar en la democratización de la Justicia por el voto popular” de la Magistratura, pese a que hace diez días la Corte Suprema sepultó esa ley por inconstitucional; y aunque sin dar pistas concretas sobre sus ambiciones, lejos de renunciar a ser re-reelecta, como especulaban en algunos corrillos K, volvió –como lo hizo el 25 de Mayo– sobre la ambigua idea de “ganar otra década para recuperar los 50 años de atraso, de miserias, de malas políticas, de endeudamiento”, justificó.
La convocatoria al microestadio de Argentinos Juniors, ayer al mediodía, fue para presentar a los candidatos del oficialismo en todo el país. Un formal lanzamiento de campaña, que no fue pensado como un acto “de masas” –en el microestadio Malvinas Argentinas caben no más de 4 mil personas– pero sí para darle envión al núcleo de hierro frente a unas elecciones que se presentan complicadas y son clave para la continuidad del kirchnerismo –encarnado por la Presidenta y nadie más– más allá de 2015.
Frente a los jóvenes que colmaron el estadio cerrado, y en el microclima envolvente del lugar, Cristina se mostró emocionada y hasta se enjugó una lágrima antes de empezar a hablar. “No nos disfrazamos de nada nuevo, los disfraces son para el Carnaval, en política no nos gustan, nos gusta dar la cara y decir lo que pensamos”, dijo en lo que pareció su única alusión a la lista de Sergio Massa, a quien el kirchnerismo acusa de evitar pronunciarse sobre los “grandes temas” nacionales.
“Hemos construido la década ganada, frente a tanto infortunio, tanto dolor”, aseguró la Presidenta y se mostró enojada de que la prensa hable de “los candidatos de Cristina” –como si no hubieran sido elegidos a dedo en la Casa Rosada–. La Presidenta a la que “no se le habla, se la escucha”, como definió uno de sus hombres más cercanos, y que aye r volvió a marcar una distancia sideral con sus elegidos, aseguró que “son del proyecto nacional y popular que tengo el orgullo de conducir”.
Aludió a las denuncias por corrupción y lavado de dinero al advertir a los candidatos pero también a los gobernadores que “van a tener que bancarse el ataque despiadado. Yo ya estoy acostumbrada, tengo el cuero así de grueso”, afirmó. Y en referencia a Néstor Kirchner cuestionó a quienes investigan que “son tan mediocres que atacan hasta a los que ni siquiera están para defenderse”.
La Presidenta criticó también la idea de la búsqueda de “consensos” y para justificar su estilo de confrontación en el ejercicio del poder adujo que las disputas están todos los órdenes porque “la vida no es rosa como en la canción”.
Tuvo su párrafo económico: celebró que “estamos volviendo a crecer” –dato clave de aquí a las elecciones de octubre–, y al momento de reconocer lo que no está bien, definió que “la inflación es culpa de los empresarios que remarcan los precios en toda la cadena de valor”.
Fue llamativo que volviera sobre el voto popular del Consejo de la Magistratura. Tras la inconstitucionalidad que falló la Corte, un cambio que solo podría hacerse vía reforma de la Carta Magna. “Una democracia es elegir allí (en la Justicia) a quienes gobiernan ese poder, no a los jueces, duele a los oídos pero fundamentalmente hiere a la inteligencia que nos impidan votar para elegir los órganos políticos de la Constitución”, insistió la Presidenta. E ironizó otra vez que “ya les dije, en 2015 Cristina jueza, pero de ahí abajo nomás”, por el poder que le atribuye a magistrados de tribunales inferiores.
“Imaginen lo que podríamos conseguir si consiguiéramos jueces que voten por afuera de las corporaciones”, añadió tras quejarse de que el Poder Judicial es “un gueto que se cree sacralizado y no le puede llegar nada”.
Antes que llegara Cristina, habían sido presentados los candidatos, acompañados por locución y un video con los “logros” en sus provincias. La entrada y saludo antes de buscar su ubicación fue la parte más tediosa de un acto pensado como show multimedia, coordinado por Javier Grossman, el funcionario factótum de los grandes eventos culturales y fiestas organizadas por el Gobierno. Hubo el infaltable homenaje a Kirchner; música electrónica, percusión al son de la cual bailó un poquito Cristina al final, tras bajar del atril para saludar uno a uno a los gobernadores, lo que incluyó un abrazo con Daniel Scioli.

lunes, 24 de junio de 2013


POR ARMANDO M. PEREZ DE NUCCI *


El comienzo del fin o el fin del autoritarismo y la autocracia

La respuesta política del gobierno a este fallo de la Corte suprema ha sido netamente autocrática y autoritaria
  • domingo, 23/06/2013 
ARGENTINA.-El martes 18 de Junio es una fecha que quedara en la memoria de los argentinos como una cita fundamental de la historia de las instituciones de la Nación. Ese fue el día que la Corte Suprema de nuestro país dictaminó, en un fallo preciso e impecable, la inconstitucionalidad de la ley 26855 - en cuatro de sus artículos- , haciendo notar a la ciudadanía que en nuestro país existe la división de poderes y que el órgano era capaz de resistir las presiones del Poder Ejecutivo Nacional y de otros organismos del gobierno, para que se decidiera de acuerdo a conceptos y criterios, por no decir caprichos, que atentaban contra nuestra Carta Magna.

Esto marca, además, el comienzo del fin del autoritarismo y la autocracia que había venido reinando en Argentina durante un tiempo, en desmedro de las instituciones del país y sus intereses legítimos.

El fallo, que conto con cuatro votos mayoritarios – los de Lorenzetti, Nolasco, Fayt y Maqueda - , dos concurrentes – los de Petracchi y Argibay - , y solamente uno en contra – el de Zaffaroni - , puso coto a las aspiraciones del oficialismo que intentaba subordinar el Poder Judicial al Poder Ejecutivo de la Nación.

En los considerandos del voto concurrente de Petracchi y Argibay, se resalta que el cumplimiento de la ley de Regulación del Consejo de la Magistratura de “ ampliar la base democrática de la elección de los miembros del cuerpo es contraria a la voluntad popular expresada en la Convención Constituyente…” y que el cumplimiento de la citada finalidad legalidad “ importaría vaciar de contenido la decisión plasmada en el artículo 114 de la Constitución Nacional”.

El fallo, entre otras cosas, frena la nueva integración del Consejo de la Magistratura de 19 miembros y la elección popular de los representantes de los jueces, abogados y académicos; considera además que la independencia judicial se vería comprometida si se obligara a los jueces a luchas partidarias y que se vulnera derechos de los ciudadanos al distorsionar el proceso electoral ; deja en claro que sigue rigiendo la anterior ley de constitución del Consejo, que establecía el número de integrantes en trece miembros y la mayoría de dos tercios para nombramientos o remociones de los jueces. Este dictamen confirma el fallo de la Jueza Federal María Servini de Cubría, quien había determinado la inconstitucionalidad de la Ley de Convocatoria a Comicios de Consejeros, enviada por el poder Ejecutivo y que, en la práctica, intentaba someter a la Justicia Argentina a las decisiones y antojos del Poder Ejecutivo, obteniendo de esta manera un control de otro Poder de la Nación que, en la teoría y en la práctica, era independiente.

En sus considerandos, la Corte manifestó que “la omnipotencia legislativa que se pretende fundar en una presunta voluntad de la mayoría del pueblo, es insostenible dentro de un sistema de gobierno cuya esencia es la limitación de los poderes…” , lo que hace suponer que tendremos en el futuro que rever el sentido de la representatividad indirecta del sistema de gobierno entre otras cosas, en tiempos de desvalorización de las instituciones y necesidad de una refundación de la República. En sus considerandos, el Dr. Zaffaroni – único discordante en el fallo- habla de crisis y parálisis en Argentina, lo que, a grandes rasgos hace entrever que tampoco él está en sintonía con las reformas planteadas en diversos campos de la conducción política del gobierno.

Manifiesta este integrante de la Corte que “es perfectamente posible que la elección por listas y por partidos políticos genere dificultades pero también las ha originado la elección estamentaria…. Puede que esta nueva estructura esté condenada al fracaso, pero que mas allá de las convicciones personales, no se le puede negar al legislador el espacio para ensayar una estructura diferente ante la crisis, apelando a una interpretación limitadora”, manifestando al final de sus consideraciones que “es factible, incluso, que se trate de un nuevo error público, pero no todo error político es una inconstitucionalidad manifiesta…”. Esto queda planteado así, sin mayores disquisiciones sobre el tema, para que lo retomen los especialistas en el tema.

El Congreso de la Nación, en este contexto, había sancionado en el mes de Mayo de este año, seis leyes de la denominada “reforma judicial” que el Poder Ejecutivo había bautizado como “Democratización de la Justicia” y que buscaba en el fondo someter a aquella y subordinarla al poder político de turno, con lo que hubiéramos obtenido la destrucción del sistema de independencia de poderes que caracteriza a un normal desempeño político de la Nación y toda una tradición en el mundo civilizado. La Corte manifiesta al respecto que la ley 26855 resulta inconstitucional “ porque rompe el equilibrio, al disponer que la totalidad de los miembros resulte directa o indirectamente emergente del sistema político partidario y vulnera el ejercicio de los derechos de los ciudadanos al distorsionar el proceso electoral”, concluyendo que “ no es posible que, bajo la invocación de la defensa de la voluntad popular, pueda propugnarse el desconocimiento del orden jurídico , puesto que nada contraría más los intereses del pueblo que la propia trasgresión constitucional…”.

La respuesta política del gobierno a este fallo de la Corte suprema ha sido netamente autocrática y autoritaria.

Autocracia significa “ gobierno absoluto ejercido por una sola persona”( Sapiens).Un autócrata es una persona que ejerce por si solo el gobierno de una nación o estado.

Autoritarismo implica “sistema que se funda en la sumisión incondicional a la autoridad”(Sapiens).

Los comentarios han ido desde la descalificación lisa y llana al órgano de justicia, a veces ofensiva y acusatoria de varios delitos denunciados pero no concretados en la práctica, probablemente por falta de argumentos jurídicos sólidos ni pruebas que demuestren los cargos efectuados. El lenguaje usado ha sido – por ser suficientemente educados – grosero, fuera de lugar, soez, ofensivo y absolutamente fuera de la norma y el estilo que pudiera corresponder a un funcionario que nos representa, al menos en la letra de la constitución, a todos. Discrepar no implica perder el decoro y la mesura que son atributos de todo aquel que pretende dirigir – que no implica gobernar a destajo y arbitrariamente – a un pueblo que, haya o no votado a quien debe dirigir sus destinos, merece respeto a través del trato que se pueda dar a sus instituciones que son la base de la democracia bien entendida.

“La única verdad es la realidad…”, solia decir con frecuencia el General Perón, otra figura controvertida de nuestra historia política, llena de desencuentros y frustraciones democráticas. Pero, la verdad, estos tiempos son inéditos en nuestra historia, la historia de un pueblo que ha sufrido mucho para obtener la libertad y la democracia que merecía y que hoy las ve diluirse y escapárseles de las manos, en momentos en que la justicia , la igualdad, los derechos y las libertades son más necesarias que nunca.

Por Armando Pérez de Nucci
Para

*Doctor en Filosofía y en Medicina. Diplomado en Geopolítica.

domingo, 23 de junio de 2013

¿QUÉ ES LA POLÍTICA?

1. ¿Qué es Política? La política es una rama de la moral, que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva, es un quehacer ordenado al bien común. Algunos autores presentan al uso legitimo de la fuerza, como la característica principal de la política. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. Esta promueve la participación ciudadana y que posee la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común. 2. Cinco Razones para participar en política a) Es expresión de amor al prójimo, el apoliticismo es simplemente egoísmo. b) El exigir derechos en una comunidad trae consigo el cumplir deberes, siendo la política una herramienta para el cumplimiento de dichos deberes. c) Estar informado de los asuntos públicos es un prerrequisito para evitar que exista un mal gobierno, para que este tome acciones por el interés de todos, para que entregue justicia y un futuro común. d) Si queremos más y mejores servicios públicos y un mejor nivel de vida, debemos participar en política para que nuestras necesidades sean realmente satisfechas y exista un control efectivo del cumplimiento de las acciones que buscan su satisfacción. e) La persona al nacer en comunidad, necesita desarrollarse integralmente, una de las formas de desarrollarse tanto en su individualidad como en su faceta comunitaria es a través del servicio público expresada en la acción política. 3. ¿Cuáles son los fines y los medios en Política? Los medios deben ser adecuados a los fines, en toda política que busque la construcción de una sociedad plenamente humana, si los medios no son adecuados a los fines la sociedad que se construirá será en contra del hombre. El aplicar medios malos, aunque sea para un fin bueno, es un error y pervierte ese fin. Los fines y medios en política deben velar por la justa y clara utilización del poder sin favorecer los intereses p personales de quien lo administra. 4. ¿Qué es la Democracia? Según Lincoln es el Gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. La palabra democracia significa 'gobierno del pueblo". Una democracia es un sistema en el cual el pueblo puede cambiar sus gobernantes de una manera pacífica y al gobierno se le concede el derecho a gobernar porque así lo quiere el pueblo. La democracia es el sistema político que garantiza elecciones libres, abiertas y transparentes. En este sistema político gobierna la mayoría con respeto a las minorías. El poder emana desde el pueblo, por lo que los gobernantes se deben a ellos. El titular del poder político sigue siendo el pueblo, quien mediante elecciones, elige sus representantes entre diversas opciones ideológicas. En síntesis es un sistema que busca, promueve y vela por la mayor o completa representatividad del pueblo. 5. ¿Por qué la democracia es el mejor sistema? Porque la democracia es la única que asegura la participación de todos, asegura los derechos humanos de una forma muy eficaz y el pluralismo. Acepta también la disidencia y es la forma pacifica de resolver controversias. Mediante ella el acceso al poder. Esta favorece las mayorías y permite una mayor participación de las personas en el país, haciéndolas parte del gobierno y propuestas del país, sin dejar de lado los intereses de los grupos o sectores mas pequeños 6. ¿Qué son los partidos Políticos y por que son necesarios? Es una comunidad política que se une en torno a una concepción de la sociedad y de la persona y del desarrollo de esta, que busca difundir sus ideas, buscando para ello el poder, para así influir en el rumbo de la historia de un pueblo. Busca articular intereses diversos en torno a una ideología, y representar a la población mediante su programa. Los partidos políticos constituyen unidades organizativas a las que se les reconoce el derecho de participar en un proceso de elección política por medio de la presentación de candidatos y programas de acción o gobierno Son importantes para el funcionamiento del sistema democrático, ya que al buscar el interés de la sociedad en general, permiten el intercambio de ideas y soluciones para el mejoramiento social. Al participar un partido político en el sistema democrático, legitima que el uso exclusivo de la fuerza pertenece a la autoridad política y a quien el pueblo haya designado en aquellas funciones. Con esto el partido político se somete a elecciones democráticas donde se le garantiza ser respetado como mayoría o minoría. 7. ¿En que se diferencian de los movimientos? Los movimientos son grupos de presión que intentan influir en las decisiones que tomen los gobiernos, para que estos actúen de la forma que los grupos de presión consideran la mejor, en cambio el partido político busca alcanzar en poder para desarrollar su programa, y de esta forma representar a la sociedad en general. Los movimientos son grupos de personas que se unen a causa de convergencias sociales o políticas, explícitamente estos se originan debido a una desesperanza colectiva que no se siente representada por algún tipo de partido político o gobierno, por lo cual recurren a la propia organización ciudadana para fundar sus bases. Las alternativas o propuestas que son levantadas por los movimientos ciudadanos se convierten en su principal identidad, sin la necesidad de plasmar un ideario completo. 8. ¿Que es el poder? Es un medio mediante el cual se busca el bien común, influyendo o representando a las personas que componen una comunidad, el poder no es un fin en si mismo, si no que es una herramienta al servicio del hombre para conducir mediante las políticas publicas el destino de una sociedad, pueblo o nación. El poder es en definitiva el medio que una comunidad ha legitimado para alcanzar acuerdos y decisiones colectivas, que influyen en cada miembro de esa comunidad. Existe también el poder político que es aquella forma de poder que deriva de un ordenamiento político. Como el voto de un ciudadano, y la autoridad de un gobernante constituyen formas de poder en cuanto exista algúna institución u organización política que las sustente y les de sentido. 9. ¿Qué es Estado y Mercado, y en que aspecto e vinculan? El Estado es una comunidad de comunidades. El mercado es una forma de asignación de los recursos. El mercado al no ser una forma de asignación perfecto, el Estado como encargado de velar por el bienestar de las personas que forman su seno debe buscar la igualdad de oportunidades y una justa distribución de la riqueza a través de la planificación y las políticas públicas, corrigiendo las deficiencias del mercado y propiciando su buen y transparente funcionamiento, resguardando siempre la libre iniciativa, y competencia, evitando los monopolios y buscando el desarrollo individual pero siempre resguardando el equilibrio necesario con el bien de la colectividad. 10. ¿Qué significa ser ciudadanos? Un ciudadano es un miembro de una comunidad política. La condición de miembro de dicha comunidad se conoce como ciudadanía, y conlleva una serie de deberes y una serie de derechos, de los cuales los más importantes son los derechos de participación política, el principal de ellos el derecho al voto, que es la seña de identidad de las modernas democracias representativas predominantes en el mundo occidental. Alberto Precht Claudio Perez Claudia Ramos Vlado Mirosevic